

Edmondo de Amicis, autor de la novela “Cuore” (Corazón, 1886), fue un escritor y periodista italiano nacido en el año 1846 en la antigua ciudad portuaria de Oneglia, ubicada en la costa de Liguria, al noroeste de Italia.
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En este país, “Cuore” se encuentra en el plan lector escolar y es uno de los textos introductorios a la lectura extensa y “sin dibujos”, así que mis niñas, eventualmente, la conocerán.
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Leí “Corazón” por primera vez en Sullana, Perú, cuando tenía 8 o 9 años. Mis padres me animaron a hacerlo porque en esa época estaba mirando un anime clásico muy famoso, basado en uno de los cuentos cortos que componen el libro: “De los Apeninos a los Andes” (Dagli Appennini alle Ande), que cuenta la historia de Marco Rossi, un niño migrante.
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La emigración italiana del siglo XIX: hacia América
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Anna Rossi, la madre, es una mujer genovesa de finales del siglo XIX. Movida por la crisis económica de su país, deja a su familia y viaja hacia Argentina, junto a cientos de compatriotas, con el sueño de conseguir un trabajo que le permita dar a sus seres amados una mejor calidad de vida. Pero, de un momento a otro, no escribe más y a la tristeza de la separación se empieza a sumar la angustia por no tener noticias de ella.
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De Italia a Japón: el legado de Isao Takahata
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Este relato corto lleno de diálogos sencillos, pero esenciales, fue genialmente adaptado a 52 episodios del anime llamado “Haha o Tazunete Sanzenri” (母をたずねて三千里, Tres mil leguas en busca de mamá), producido por el estudio Nippon Animation en 1976, bajo la dirección del maestro Isao Takahata (Tokio, 1935 – 2018).
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Takahata-sensei fue un inagotable narrador de las acciones humanas en sus diversas facetas: desde la simpleza sublime de lo cotidiano hasta la más dolorosa miseria.
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Con este perfil, tomó en sus manos “De los Apeninos a los Andes” y lo convirtió en “Tres mil leguas en busca de mamá”, que en América Latina denominamos “Mi amigo Marco”, una obra que, aún en pleno 2024, nos plantea la crudeza de la movilidad humana y de los desplazamientos forzados, sin dejar de interpelarnos.
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Un mensaje que perdura
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Marco puede ser cualquiera de nosotros o cualquiera de nuestros hijos e hijas. Es un venezolano, una niña afgana, un adolescente rescatado de la guerra por agentes humanitarios, una madre ucraniana, un libanés, un tibetano, un bielorruso, un palestino, una joven de la Sierra peruana que se desplaza hacia la Costa en busca de trabajo, un niño colombiano que atraviesa fronteras sin protección de adultos…
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Además de ser un viajero vehemente, de Amicis fue miembro del Partido Socialista Italiano y es reconocido como un autor comprometido con la justicia social. En sus obras abordó temas como la pobreza, la desigualdad, la explotación laboral, las condiciones de vida en las ciudades, e hizo énfasis en las mejoras necesarias dentro del sistema educativo.
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En los tiempos que corren y ante las políticas represivas y excluyentes del actual gobierno italiano contra la inmigración, “De los Apeninos a los Andes” es un recordatorio constante y doloroso del modo en que el mundo y las situaciones económicas pueden cambiar, o desarrollarse de manera cíclica.
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Aférrate a la esperanza
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Sobre “Tres mil leguas en busca de mamá”, y el alargamiento infinito de las aventuras y desventuras de Marco (con un aspecto mucho más infantil en el anime respecto a sus 14 años en la obra literaria), es importante recordar que éstas producciones eran recursos destinados a público infantil y familiar, que tenían clara intención formativa, en una sociedad que promovía constantemente el trabajo incansable para salir de la miseria en que quedó el país tras La Guerra del Pacífico.
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Como muestra, podemos prestar atención a la versión japonesa del opening, “Sougen no Marco”: un tributo a la valentía del niño italiano (empieza con mandolinas) que debe andar por caminos lejanos (en el coro, adquiere ritmo de música andina, intrumentalizada con charangos) para encontrar a su querida mamá.
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Kumiko Ōsugi, la intérprete, dice al niño:
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“¡Sigue adelante! Un nuevo día ha empezado. Sostén con tus manos la luz de la esperanza. Atrapa con tu poncho el viento del amanecer. Mamá está aquí, bajo este cielo…”.
El médico que atiende a Anna Rossi expresa esta frase al final del relato:
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“Levati!… Sei tu, eroico fanciullo, che hai salvato tua madre.”.
Y es que, finalmente, esta es una historia de superación, solidaridad y esperanza.
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頑張って ください ! 

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